Por que a América Latina é um território vigiado

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Publicado Terça, 23 de Outubro de 2012 às 12:11, por: CdB

Tradução: ADITAL

O conflito geoestratégico com a China, o futuro da América Latina e o interesse de Washington na região são o miolo do novo livro da analista Telma Luzzani, Territorios Vigilados, recentemente apresentado em Buenos Aires, que deixa claro como opera a rede de bases militares estadunidenses na América do Sul.

Segundo a autora, a ideia do livro foi amadurecendo pouco a pouco até que, em 2008, escreveu uma nota sobre a reativação por parte dos Estados Unidos da IV Frota do Comando Sul para patrulhar os Oceanos Pacífico e Atlântico.

"O que me perguntava nessa nota –assinala Telma- é por que razão os EUA teriam interesse em reativar uma frota semelhante poder de fogo no território onde, visivelmente, não havia nada que chamasse a uma guerra”.

"Falei com vários analistas e o resultado dessa nota era que, justamente, nossas riquezas, com os recursos naturais e mais as mudanças que estavam acontecendo no mundo em âmbito econômico e político, tornavam necessário para os Estados Unidos, militarizar a zona, para continuar mantendo seu poder e seu domínio”.

[Em breve, a tradução completa para o português].

Después se conoció que el ex presidente de Colombia Álvaro Uribe, en ese momento al frente del gobierno, había arreglado la presencia de siete bases militares en su país. Ese fue el inicio de una investigación de varios años y de un libro que tardó casi dos años en ver la luz.

Con la colaboración de los periodistas Emiliano Guido y Federico Luzzani, la autora comenzó a desenmarañar el motivo que llevó a que se sostengan las bases militares —que pasaron de ser 14 en 1938 a 30.000 en 1945, de las cuales, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, sólo quedaron abiertas 2.000— sin conflicto bélico a la vista. Explica:

"Todos los imperios han tenido bases militares. Los países que tienen una flota marítima importante necesitan lugares donde abastecerse, donde entrenar, donde acumular recursos. Entonces las bases militares, en realidad, son parte de la estructura militar de una potencia. "Ahora, Estados Unidos, cuando se convirtió en la mayor potencia junto con la Unión Soviética después de la Segunda Guerra Mundial, decide expandir sus bases en función de justamente un proyecto de dominación global”.

Según la periodista, en cada período político y, de acuerdo con las circunstancias, las bases van cambiando de características:

"Una base tradicional, grande, con mucho personal es muy cara y es odiosa para el país que la tiene que alojar. En general, crea conflictos, trae problemas medioambientales. "Después de la caída de la Unión Soviética, Estados Unidos rediseñó su poder militar y decidió en algunos lugares dejar las bases tradicionales y en otros, abrir bases nuevas o modificar las que tenían por otras mucho más pequeñas, disimuladas, con poco personal, que a su vez es rotativo. Para el gobierno que las aloja es fácil convencer a sus ciudadanos de que no es una base militar, de que es otra cosa”.

En relación con el criterio empleado para ubicar las bases, la autora resaltó que el mismo es geoestratégico. "Está vinculado a la guerra y al comercio”, precisó. Y ahondó en una de las hipótesis de su libro, el potencial conflicto entre Estados Unidos y China hacia el año 2016: "Es una proyección. El 2016 es un año que señala el Banco Mundial, como el momento en el que probablemente China superaría a Estados Unidos como primera potencia económica del mundo. Estados Unidos no va a esperar hasta el 2016 a que sea un hecho consumado, estas cosas se buscan resolver antes. No sabemos si China va a seguir el mismo esquema expansionista de Estados Unidos. Vamos hacia un sistema que todavía no conocemos”.



En este contexto, Luzzani analizó el rol de América Latina y subrayó dos cuestiones importantes. "Una que es que por primera vez Estados Unidos tiene que desplegar una presencia militar evidente, que hasta que aparece la base de Manta no hacía falta porque había una cantidad importante de gobiernos militares, cuya línea de mando terminaba directamente en el Pentágono. Y, en segundo lugar, una escasez de recursos naturales que, en nuestro territorio, hay en gran cantidad”.

Luzzani también busca desenmascarar con su texto a la denominada irrelevancia latinoamericana.

"Otra de las hipótesis que trabajo en el libro es el fundamento que dice que América latina no tiene ninguna importancia para Estados Unidos. Trato de demostrar que es exactamente al revés. "Es tan importante América latina para Estados Unidos que, en general, siempre está presente en sus primeros objetivos qué es lo que va a pasar con la región. Sin América del Sur y América Central, Estados Unidos no podría ser la potencia que es”.

La periodista argumentó que de ahí proviene la necesidad de dominar la región y de separar a Brasil y Argentina, unión a la que consideró como "una de las peores pesadillas de Estados Unidos”.

Telma Luzzani explicó que algunos hechos políticos no pudieron ser incluidos en el libro: "Lo de [Fernando] Lugo es importante porque ellos tienen una base militar que es la de Mariscal Estigarribia. Que en Paraguay haya un gobierno como el de Lugo o el de (Federico) Franco hace una diferencia importante. En ese sentido me hubiese interesado mucho poder ampliarlo”.

Asimismo anticipó que podría cambiar algún capítulo para profundizar sobre el proceso de paz iniciado entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC): "El presidente Juan Manuel Santos sorprendió mucho. Colombia fue siempre el país aliado estratégico de Estados Unidos. La presencia del Plan Colombia justificada por el narcotráfico, por el terrorismo, parece que va a hacer agua si avanza el proceso de paz. Supongamos que el proceso sea exitoso y que el argumento del terrorismo y del narcotráfico se debilitan. Entonces no se justificaría semejante despliegue militar”.

Con respecto a la reelección del presidente venezolano, Hugo Chávez, la autora señaló que para Estados Unidos es una mala noticia y resaltó que ese país también está rodeado de bases norteamericanas. "Hay bases que están a 50 kilómetros de la costa venezolana. Están también las bases de Colombia. El modelo venezolano, el tipo de política que se lleva adelante en Venezuela, es exactamente el que Estados Unidos no quisiera que fuera exitoso porque es todo lo contrario de lo que ellos han dicho toda la vida que era lo mejor”.

A la hora de develar si América latina puede liberarse del control norteamericano, Luzzani no dio lugar a dudas: "Si pensamos en las riquezas que tenemos, creo que por el momento es difícil que dejemos de ser un territorio vigilado”.

[Territorios vigilados. Como opera la red de bases militares norteamericanas en Sudamérica; Editorial Debate, Buenos Aires, 560 páginas].

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